Reminiscencias de un RioCariloco Arrinconado por el Coronavirus

        Escudriñando el baúl de los recuerdos en tiempos del Coronavirus                       Ante el acecho del implacable coronavirus y a...

Refranes, Insultos y Remoquetes en mi pueblo

 By Douglas Figueroa

 

 
El pargo, La palometa, La cagalona y La cojinúa acuden a una fiesta. Allí no están invitados: Roncadores, tajalíes, cazones, ni bagres guateros (por ser la chusma)
 
 

« Los Dichos y los Refranes »

 

Estas son las expresiones que la gente acostumbra a utilizar en ciertas ocasiones oportunas, cuando quiere dar un consejo o desea transmitir algun mensaje de recomendación o advertencia. Casi siempre frases graciosas que vienen cargadas de humor y picardía; por ser de pocas palabras y al expresarlas en tono rítmico, resultan muy fáciles de entender y retener en la memoria. 

 

Provienen del ingenio y la sabiduría popular, y suelen resumir pensamientos que pueden servir de ayuda para enfrentar de mejor manera las situaciones cotidianas porque son fruto de la experiencia y del sentido común. Las escuchábamos de nuestros abuelos, siendo muchas de ellas usadas en otras latitudes y algunas son hasta casi universales. Aquí les dejamos unos pocos dichos y refranes que oíamos de la gente en mi pueblo de Rio Caribe.

 


         Para cada situación de la vida diaria hay una catajarria de dichos y refranes y, si bien es cierto que en ciertas ocasiones «Del dicho al hecho hay mucho trecho», la gente que es refranera siempre los toma como verdades absolutas. El refrán «Más sabe el diablo por viejo que por diablo» supone que la sabiduría del diablo le viene más por el hecho de ser viejo, ya que la experiencia brinda más conocimiento que la astucia o la inteligencia inherente a la persona. Aquí les dejo estos otros refranes que son bastante conocidos en todo el oriente venezolano.

 


 

« Los Apodos y los Remoquetes »

 

Por lo general, los apodos son expresiones de carácter descriptivo, sacadas de aquellos aspectos que encajan o concuerdan con ciertos comportamientos, temperamentos o apariencias corporales de las personas. Esta es como una manía que tiene mucha gente de endilgarle sobrenombres a los demás. Desde que estábamos en la escuela se ponía de manifiesto la chispa de la creatividad de algún compañero jocoso y siempre ocurrente para endilgar remoquetes graciosos que cuadraran con el aludido, y hasta a los maestros y profesores les encasquetaban a sus espaldas un mote burlón para diversión de todos.

 

Mediante los apodos lo que se  busca es resaltar de manera humorística algún rasgo o condición de la persona. Hay algunos apodos que se convienten en costumbre que terminan por sustituir su nombre de pila, y hasta a veces  se le asocia a su familia entera. Cuando estos no llevan intenciones ofensivas, muchos suelen ser aceptados con gracia y sin molestias por parte de los aludidos; sobre todo si son expresados en un tono afectivo que suene cariñoso y como sinónimo de confianza.

 

«Dos estampas típicas de mi pueblo para recordar»


a) Esta maquinita era usada para moler el maíz y hacer las arepas, también para moler el cacao. Había que apretar bien la tuerca porque el mango se le salía a cada rato y por analogía, a una chica alegre y salidora, le decían una «Mango e'máquina»

b) La calle 14 de Febrero de Río Caribe era popularmente conocida como «Calle Guate'cochino», muy famosa porque cuando un enamorado iba a darle serenatas nocturnas a una chica, luego regresaba con las suelas de alpargatas empatucadas.

 


« Los Insultos »

 

       Estas son las expresiones irónicas o sarcásticas que salen a relucir entre las personas cada vez que, por desaveniencias, empiezan alguna discusión que luego, se va tornando acalorada con intercambios de palabras y pueden llegar hasta ser ofensivas. Entre las tantos dimes y diretes se suelen utilizar términos muy duros, agrios y malsonantes porque estos son los que resultan mas contundentes para molestar, intimidar y agredir con mayor eficacia.

 

 

Una retahila de insultos como éstos, que son ya una costumbre en esta pareja de enamorados, puede terminar quedando la «gallinita victoriosa», sin tener que seguir «desperdiciando su saliva» ni «gastando pólvora en zamuro». Cuando ella quiere poner término a tan larga discusión, para no tener que buscar mas palabras malsonantes de su abundante repertorio, también puede ofender al gallo con elegancia y educación. Bastaría con que se le ocurriera algun eufemismo refinado como por ejemplo, diciéndole: ¡Ultimadamente caballero, tu lo que eres es un «Coprófago»!

 

Esta palabra rebuscada no suena tan dura y por ser poco conocida, es seguro que el maltratador y mal educado gallo no la va a entender; y él se quedará callado sin poder responderle, por no saber su significado. Pero cuando se le pase la pea y el trasnocho, y vaya a consultarla al diccionario, se dará cuenta que la gallinita hecha la pendeja puso término a tan agria discusión llamándolo en su cara: «come-mierda» y así con ese remoquete fue como al pobre gallo todas las gallinas lo conocían en el gallinero.

«Por Borrachin y Parrandero»