Reminiscencias de un RioCariloco Arrinconado por el Coronavirus

        Escudriñando el baúl de los recuerdos en tiempos del Coronavirus                       Ante el acecho del implacable coronavirus y a...

El que jala mecate siempre lleva la ventaja


La jaladera de mecate: Una confrontación dispareja de fuerzas

 

Este es un reto divertido que en la clase le ponemos a los alumnos, como un ejemplo práctico para demostrarles una manera muy fácil de lograr multiplicar los efectos de una pequeña fuerza. Es bien sencillo porque hace uso de un arreglo muy rupestre, hecho con apenas dos palos y una cabuya larga. Usamos este experimento como un recurso didáctico pues, de esta manera es como trabajan las combinaciones de poleas que se usan mucho en la industria para elevar con facilidad las cargas pesadas, ya que ofrecen una gran ventaja mecánica.

 

 

 

« Dos palos con una una cabuya para confrontación de fuerzas » 

 

 

En el experimento se confrontan las fuerzas de dos alumnos contra la que ejerce el profesor, quien es el que jala la cabuya por el extremo libre. Para esto, cada alumno sostiene su palo por los lados, lo pone frente al otro en paralelo; luego se les amarra la cabuya pasándola alternada entre los palos hasta completar varias vueltas a su alrededor. 

 

 

 El profesor agarra la cuerda por el extremo libre y la va jalando poco a poco, con el propósito de lograr juntar los dos palos. Por el contrario, los alumnos sostienen los palos con firmeza, haciendo un gran esfuerzo para mantenerlos separados. ¿Quién podrá mas? ¿Cómo terminará esta contienda tan desigual?


            El meollo de este artificio tiene que ver con la ventaja mecánica que nos ofrecen las poleas y consiste en que la fuerza transmitida se redirecciona con cada vuelta que da la cabuya, y al devolverse esta fuerza queda multiplicada por dos. Si la cabuya ha dado cuatro vueltas en el palo, resultará una fuerza que es ocho veces mayor (2 x 4 = 8). Por tanto, cada alumno para poder oponerse al jalón necesita ejercer una fuerza que debe ser muy superior a la que está aplicando el profesor.


 

 
«Efecto multiplicador de los jalones de mecate»
 
 

          Para que se pueda aprovechar la ventaja mecánica de este sistema simulado de poleas, el que le toca «Jalar el mecate» tiene que realizar un apreciable Trabajo Mecánico que es muy agotador, a pesar de que aplica una fuerza mas pequeña. Recordemos la expresión matemática para el concepto de trabajo en física.... 

 

 « Trabajo mecánico = (Fuerza) x (Distancia) » 

 

        Esto significa que al desplazar la pequeña fuerza por todo el largo recorrido de la extensa cuerda, conlleva invertir un montón de su energía interna para poder realizar ese trabajo. Además, en cada jalón él tiene que ir venciendo la fuerza de fricción de la cabuya porque se la restriega contínuamente a los dos palos, produciéndole recalentamiento a expensas de su trabajo.

« ¡Nada sale gratis en la vida, porque para lograr un objetivo y ganar algo, uno siempre tiene que fajarse y sudar la gota gorda! »



La jaladera: Yo jalo, tu jalas, ellos jalan 

 

        Si este tema no te pareció tan interesante, ni tampoco te hizo ninguna gracia, es posible que esperabas que aquí íbamos a tratar del otro asunto mas conocido de la «Jaladera de mecate». Así le decimos en Venezuela al recurso de «El elogio y la adulancia», la estrategia que mucha gente prefiere utilizar como apoyo cuando quiere pedir un fiao o que le hagan un favor, conseguir algún trabajo o enchufarse con un empleo (sin joderse mucho) en el gobierno
 
 
        Esta es una indigna mala costumbre que por lo general, casi siempre da buenos resultados porque es aprovecharse de las delicias del placer que a las personas con poder le provocan los halagos; esto a veces resulta mas contundente y ventajoso que motrarle títulos académicos, méritos, experiencia o competencias profesionales. 

 

          « El Jala mecate no necesita tener mucho talento profesional, pero su ventaja consiste en dominar el arte de usar la labia, gracias a que él es un pico de oro. Él bien sabe que no es lo mismo buscar un empleo que un trabajo, porque no quiere ser un servidor público sino mas bien acomodarse y después jubilarse para llegar a ser una carga para el público; que son los que en verdad sí se joden trabajando. Así siempre han sido las cosas desde que el mundo es mundo, por eso estamos como estamos y qué le vamos a hacer ...»

 

 

MORALEJA

 


 
 
 

 


Cine en el Barrio a precio bien solidario

By Douglas Figueroa

Un cinema en la sala de la casa: Si traes tu centavo pasas

 

Las películas que pasaban cada día en nuestras dos salas de cine venían en unos rollos de cintas que eran recibidas en el pueblo muy estropeadas de tanto ruleteo porque las habían enviado semanas atrás desde la capital e iban presentándolas de ciudad en ciudad hasta que a nosotros nos llegaban de último. La persona que estaba encargada de las proyecciones en el Teatro Elena era el joven Misael Rondón, conocido cariñosamente como Chicote y él vivía en nuestra barriada, cerca de mi casa. A veces durante el día yo lo iba a visitar a su taller en la cabina del teatro, donde a diario hacía su rutinario trabajo de revisar y reparar las películas antes de montarlas para proyectarlas en la noche. A los rollos le recortaba los pedazos dañados, luego raspaba con una hojilla los bordes de las puntas de la cinta, le pasaba una brochita con acetona y al apretarlos quedaban soldadas de nuevo. Chicote era amigo mío y siempre me regalaba todos esos pedacitos que él iba desechando, yo los iba pegando para así hacer mi propio rollo.

 


 

 

Yo tuve la oportunidad de familiarizarme con el funcionamiento básico de un proyector cinematográfico, de tantas veces que le eché el ojo en la cabina del teatro. Así se me ocurrió la idea de que yo también podía darle uso a ese rollo grandotote de películas que yo había coleccionado, proyectándolo en una pantalla por pedazos, aunque no pudiera darle acción. Entonces pensé que lo podría lograr con una linterna y una lente de aumento, que al colocarlas de una manera apropiada dentro de una cajita de cartón, debería proyectar la imagen de esos cuadritos transparentes sobre una blanca pantalla.

 

 

Un proyector de películas elemental que utiliza una linterna para iluminar los fotogramas de la cinta transparente y una lente de aumento que enfoca la imagen sobre una pantalla.

 

Esta fue una idea genial que funcionó de maravilla, porque obtuvimos una espléndida imagen de un tamaño aproximado al de una pantalla de TV de 19 pulgadas, y se veía bastante nítida en la oscuridad proyectada en una sábana blanca sobre el tabique de la sala de mi casa. Se nos ocurrió que podíamos pasar esas películas cobrándole a cada chamo apenas un centavito por la entrada. Entonces hicimos la propaganda, y presentábamos paquetes de películas con pedazos del rollo que contenían distintos temas: Comiquitas, vaqueros, mejicanas, noticiarios Bolívar Films, otros; unas eran en tecnicolor mientras otras eran en blanco y negro. Esto resultó un rotundo éxito, muchos chamos asistieron entusiasmados al espectáculo, sentaítos y amorochaos en el piso en torno a la pantalla. Para romper la rutina, las proyecciones las hacíamos itinerantes en distintas casas, cuyas salas siempre se llenaban y así pasábamos unos ratos muy entretenidos los fines de semana.

 

            Un problema técnico que teníamos era que con el tiempo las pilas de la linterna se nos iban agotando, y las imágenes proyectadas se veían cada vez mas apagadas. Decidimos entonces reemplazar la linterna por un bombillo, el del alumbrado eléctrico de la casa. Con esto cambió el diseño del proyector y en vez de aquella frágil caja de cartón improvisamos un arreglo mas robusto utilizando una lata metálica donde venía el aceite de Castilla. Así pudimos conseguir con este cambio una mejoría notable en la calidad de la imagen.

 

Hasta ese momento nuestra promisoria empresa de cine en el barrio con precio de entrada  bien solidario iba funcionando, viento en popa con una audiencias cada vez mas numerosa al presentarlas en diferentes casas. Un día tuvimos un problema cuando la función se presentaba en la casa de Toñito Rivas, con su sala repleta de asistentes ávidos de pasar un buen rato. Resulta que al poco tiempo de dar comienzo a la película, el bendito bombillo del proyector se nos quemó, quedando abortada la función, con el muchachero desconcertado en las tinieblas de la sala. Pasamos unos momentos de angustia y nerviosismo, con apuro buscamos velas para alumbrar y poder entregarle el dinero que pagaron los frustrados asistentes. Pero surgió un imprevisto, al momento de la devolución la plata recolectada no alcanzó y quedó afuera un chamo muy disgustado que nos reclamaba su centavo.

 

 No entendíamos por qué había faltado ese centavo y entre los socios de la empresa se armó una sampablera. Las cuentas que sacamos no cuadraban, hasta que se le prendió el bombillo al socio Carlitos Pérez, aunque él era muy distraído y caído de la mata, ya aliviado me dijo: Se me había olvidado y ahora fue que me acordé, yo dejé entrar gratis a un hijo de Trina Verde, por tratarse de ser tío tuyo. Ese chamo que entró gratis había sido José Antonio, quien se hizo el loco al ver que el muy encantao Carlitos también le entregó a él un centavo. Cuando fuimos a buscar a José Antonio, ya era demasiado tarde porque encontramos al muy pícaro fajao deleitándose su tremendo posicle de a centavo que ya le chorreaba entre sus manos.

   



21 de Noviembre de 1957: Un Mondongo en la Plaza Tiuna, adios a la Tiranía

21 de Noviembre de 1957

 Ese día empezó a tambalearse la dictadura

 

Había yo llegado a Caracas procedente de mi lejano pueblo natal, Río Caribe (Estado Sucre), para ingresar a la Escuela Técnica Industrial en la Ciudad Universitaria. Allí mismo, en su residencia estudiantil, vivíamos los alumnos (teníamos cama, comida y lavandería). Para mí, la ETI fue como una bendición, porque desde que yo había salido del sexto grado transcurrieron tres largos años esperando una oportunidad, y sin poder estudiar mas nada, porque en mi pueblo aún no teníamos Bachillerato. Ya estaba resignado a quedarme en el pueblo, y quizás allí iba a dedicarme a la carpintería de botes de pesca artesanal, un oficio que heredaba de mi padre. 

 

Por fortuna, en 1958 tuve la oportunidad de viajar a Caracas para estudiar en una prestigiosa Escuela Técnica Industrial de los Chaguaramos. Esta institución ya no existe, pues la desaparecieron de un plumazo por el decreto de un gobierno en la era democrática, a pesar de que era bien reconocida, por su excelente nivel académico. Allí se impartía formación tecnológica en varias especialidades: Mecánica, Electricidad, Electrónica, Química, Petróleo y Geología y Minas. Uno se graduaba en seis años, y de inmediato nos llovían ofertas de trabajo en diversas industrias, sobre todo en las petroleras, eléctricas y siderúrgicas.


En la ETI se comenzaba en un Ciclo Básico con actividades  de ocho horas diarias. Con asignaturas teóricas y talleres básicos de formación artesanal: Fundición, Herrería, Carpintería, Ebanistería, Plomería y Ajustaje. Desde el primer año ya veíamos materias rompe coco o tres Marías: Física, Química y Matemáticas. Ese ciclo básico yo lo aprobé con buenas calificacionesas, y por eso me gané una beca de la Compañia Shell de Venezuela (era de trecientos bolos mensual ).

La última boleta con final Feliz al egresar de la ETI después de estudiar seis años tumultuosos en medio de paros, protestas y allanamientos
(1957 - 1963)
 
    
Al egresar de la ETI en 1963 me fuí a trabajar como Técnico de Telecomunicaciones en la Compañia Shell de Venezuela, la empresa que me había becado. En los campos petroleros trabajé por dos años, hasta que en 1965 decidí continuar mis estudios y  regresé a Caracas para estudiar Física en la Facultad de Ciencias de la UCV, al mismo tiempo yo trabajaba como Técnico en el Centro de Fisica del IVIC. En 1971 me gradué de Licenciado en Física, en plena intervención de la UCV por el gobierno.

 ...Retrocediendo en el tiempo....

Esta anécdota que voy contarles se refiere a unos sucesos acaecidos el día 21 de Noviembre de 1957, estando yo recién llegado a la capital, y cuando ocurrió aquella famosa marcha estudiantil, en protesta contra la dictadura de Pérez Jimenez. Ese día en la ETI realizábamos las prácticas en los talleres, en un ambiente de mucho orden y disciplina, pues el Profe no daba tregua para descansos ni distracciones. Lo único que allí se escuchaba era un ensordecedor concierto de sonoros martillazos y chasquidos de limas y seguetas


Vestidos de bragas azules y sudando la gota gorda en el taller, no estábamos al tanto de los acontecimientos que en esos momentos sucedían en la vecina UCV. Era por los lados del Aula Magna, donde un grupo de estudiantes interrumpió las deliberaciones de una Conferencia Internacional de Cardiología. La juventud se había lanzado a manifestar abiertamente contra la dictadura, y el meollo de la protesta era contra el plebiscito propuesto por Pérez Jiménez. Los estudiantes decidieron dejar oír su voz, ya que eso no era más que un nuevo fraude orquestado por el dictador, una señal inequívoca del temor que tenía de contarse de nuevo a través de elecciones limpias. 


Cuando nos encontrábamos en el taller en plena faena, de repente hizo su aparición un grupo de alumnas de la vecina UCV. Las muchachas habían logrado violentar el portón principal de la ETI, neutralizando al cuerpo de vigilancia. Ellas llegaron buscando nuestro apoyo,  se repartieron por las aulas y los talleres, arengándonos con un megáfono, para que también saliéramos a protestar a la calle.

 

El miedo cundió entre nosotros porque la ETI ya había sido cerrada por la dictadura en el año anterior, fue cuando botaron al Dr. Luis Caballero Mejías, su fundador y Director por mas de 20 años. Allí fue donde él hizo su maravilloso invento y patentó la «famosa Harina Pan». Siempre estuvimos bajo la mira de las autoridades de turno por la fama que teníamos de ser unos rojos agitadores

 

Estábamos muy asustados y no le parábamos bolas al discurso de la chica, porque la ETI ya la habían cerrado por un año.

 

Luego de una pausa con un ensordecedor silencio,  la chica sin pensarlo dos veces, apeló a un recurso muy infalible para persuadir a esa audiencia de puros hombres:

«Ella se levantó su bonita faldita y nos lo enseñó casi todo»

No lo podíamos creer, era un hermoso espectáculo que alborotaba las hormonas masculinas. Pero no era para que lo disfrutáramos, pues al mismo tiempo, estaba muy enfurecida y nos insultó a todo pulmón:

«Ustedes los de la ETI son una cuerda de culillúosdeberían llevar puestas mi pantaletica »

        Esta ofensiva frase nos cayó como una bomba desvastadora. Pero surtió el efecto que no había podido lograr el bonito discurso filosófico e ideológico de la anterior lider estudiantil . Esta nos dejo tan turulatos que nos veíamos las caras unos con otros, hasta que un compañero enfurecido rompió el silencio ...

 

« Cómo es la vaina?, ningún hombre aguanta que una mujer lo tilde de cobarde, no joda,» Ni de vaina nos vamos a quedar con los brazos cruzados, vámonos tambien... levantando el martillo y la cegueta »


«21 de Noviembre de 1957»
El mural de Mateo Manaure de la Escuela Técnica Industrial, ese día fue testigo de las protestas estudiantiles.  Dos meses después cayó la dictadura, y vino la era "democrática" en la que la ETI  fue eliminada, como un castigo por su protagonismo en las protestas estudiantiles.
 
     
       En cuestión de segundos, guardamos las herramientas en las gavetas y dejamos solitario al Profesor Amaya. Salimos todos hacia la Plaza los Símbolos, allí nos encontrábamos con una multitud enardecida que lanzaban consignas con pancartas y megáfonos. Luego emprendimos la marcha a lo largo de la avenida Roosvelt, en dirección a Prado de María; buscando el apoyo de las chicas de la Escuela Normal Gran Colombia. 
 

Pero aquella entusiasta algarabía  «tardó menos que lo que dura un peo en un chinchorro». Al llegar a la plaza Tiuna, empezaron a salir patrullas y policías, por todos lados, empuñando «rolos y peinillas» y repartiendo porrazos y planazos a diestra y siniestra.

El pánico cundió, y salimos despavoridos, buscando la mejor ruta de escape. Pero agarraron a muchos de mis compañeros y se los llevaban enjaulados para que hicieran una pasantía nada recreativa a los sótanos de la SN, en la Avenida México, era «La Tumba» de la época.

  


 «El cacique Tiuna fue un mudo testigo del berenjenal cuando por todas partes salían policías empuñando rolos, cachiporras y peinillas relumbrantes con el Sol, repartiendo planazos a diestra y siniestra» 

 

Yo que era un inocente pueblerino, menos mal que andaba en compañía de un veterano caraqueño, el negrito «Pedro Regalado». Fuimos a parar a un restaurante enfrente de la Plaza Tiuna y nos sentamos en una mesa al fondo del local, y ordenamos para comer mondongos (a dos bolívaritos). Pero de repente aparecieron dos policías cara e' perros y rolo en mano. Casi nos cagamos del susto cuando vimos que un gendarme nos señaló con su dedo acusador.

Carajitos con uniformes de la ETI, vengan acá.
 

Muertos de pánico, nuestro salvador fue el señor italiano dueño del local, porque fue quien les salió al paso  y logró persuadir a los uniformados de que éramos sus clientes.  Así fue como los policías de pendejos se tragaron la coba y muy convencidos se largaron pal' carajo. 

 

  
« Un mondongo me salvó de que no me llevaran preso»
 
 
        Yo no lograba atinar a llevarme la comida a la boca, pues estaba tan nervioso que cada vez que lo intentaba, se me botaba de la cuchara; es que no podía controlar la tembladera de mi mano. Aunque éste fue un suceso muy infeliz, lo recuerdo con nostalgia y cada vez que veo un plato de mondongo echando humo se me hace la boca agua.
   
 
 
Dos meses después caía la tiranía: 23 de Enero de 1958
 

Ya ha pasado mucho tiempo desde que sucedieron estos acontecimientos que bataquearon esa dictadura, y cayó dos meses después.  Esos gloriosos momentos del 21 de noviembre de 1957 dejaron establecida la fecha para conmemorar el Día del Estudiante Universitario, como un homenaje a aquellos que en esos tiempos tuvieron el valor de luchar por sus ideales de libertad y democracia.