Reminiscencias de un RioCariloco Arrinconado por el Coronavirus

        Escudriñando el baúl de los recuerdos en tiempos del Coronavirus                       Ante el acecho del implacable coronavirus y a...

Si las estatuas hablaran, cuántas cosas nos dirían

by Douglas Figueroa

 

« El mundo es un libro y aquellos que no viajan tan solo leen una página »
San Agustín


Conversaciones con Estatuas Callejeras 

 

Cuando uno va de visita a diferentes lugares, puede que cambie la perspectiva que uno ha tenido sobre diferentes cosas, pues siempre nos entra la curiosidad de acercarnos a las estatuas que están puestas de adornos en las plazas o en los parques públicos. Esto resulta muy interesante para conocer su historia y más aún si se trata de alguna celebridad conocida, cuya figura está sentada en un banco, porque nos entran ganas de abordarlo y sentársele a un lado; hacerse de cuenta que uno pudiera viajar al pasado, humildemente tener el honor de sentir su compañia y oir sus sabios consejos. Las estatuas, sean éstas de piedra, mármol o bronce, aunque siendo mudas, sordas y rígidas, a veces inspiran con su presencia, nos motivan y dan mas ánimo de lo que uno se imagina.

 

 


 
Las geniales frases de ese genio fueron siempre ocurrentes, acertadas y bien divertidas:



Es en  los espacios públicos siempre concurridos donde se consiguen las estatuas de los personajes mas famosos, que han permanecido en el lugar desde tiempos muy remotos; viendo la rutina diaria de los transeúntes que van y vienen. Han sido mudos testigos en situaciones de todo tipo en distintas épocas; durante las celebraciones y las movilizaciones sociales de la gente que pudieron allí haber sucedido. 

 

 Sin duda que si estas estatuas pudieran expresarse, tendrían secretos escondidos que contarnos porque seguro que han presenciado muchas cosas raras, entre travesuras, picardías callejeras y pleitos bochornosos, aunque también pudieron haberse deleitado viendo escenas divertidas y las tremenduras románticas de encuentros amorosos.

 


 

 


 

 




En el correr del tiempo y los giros que van dando las percepciones de la gente, algunas estatuas ahora son muy controversiales, y lastimosamente después de tanto tiempo de haber permanecido veneradas en sus sitios. Cuando se dan a conocer sus oscuros pasados, les expresan repudio y frustración, echándoles pintura y grafitis con letreros de consignas de todo tipo; unos locos que las vandalizan y hasta cometen actos impúdicos como orinarse en su presencia. Estatuas de hombres que en el pasado fueron glorificados porque eran antes muy vergatarios, hoy caen ante el peso de la furia de la gente. 

 

En tiempos recientes el personaje que mas ha salido a relucir en las protestas raciales callejeras es «Don Cristóbal Colón», a quien de repente le han «agarrado mucha tirria». El Almirante es como un ícono simbólico que le achacan haber traído a estas tierras americanas el racismo, las injusticias y la desigualdad social.  Ya en Caracas en el año 2004 su estatua fue sometida a juicio y luego derribada, después de setenta años honrando el paseo que lleva su nombre cerca de Plaza Venezuela. Ahora en ese pedestal colocaron una estatua del musculoso cacique Guaicaipuro, nuestro famoso héroe indígena que se resistió luchando contra la colonización española. 

 

 


En la ciudad de Sevilla-España, existe esta monumental estatua de 45 metros de alto que lleva un nombre muy curioso: «El huevo de Colón». Es una bella atracción turística de la ciudad donde está la tumba de Colón, como un homenaje al almirante y con motivo de haber sido el primero en lograr parar de punta un huevo de gallina*
 
 
 
¿Qué les diría la estatua de Colón a aquellos que hoy la vandalizan?
 
 

«Me duele mucho que después de cinco siglos de haber sido venerado y ahora estar tan tranquilo en mi tumba de Sevilla, vosotros ahora no me queréis y me recordais con tanta rabia; como si tumbando mi estatua me vais a borrar de la historia. Yo tan solo fuí un marinero explorador que se esforzó mucho en la vida y tuve las santas bolas de aventurarme en alta mar, arriesgándome a naufragar; y gracias a Dios que fuí a parar allá a ese paraíso tropical de vosotros en mi loquera de pretender que  le podía  dar la vuelta al mundo». 

 


«Yo lamento y lo siento que se cometieran tantos desmanes y atrocidades contra los indígenas, pero eso lo hicieron mis paisanos a los que les enseñé el camino y llegaron después de nosotros. Ellos resultaron ser unos malandros locos de bola, ambiciosos, pícaros y sinvergüenzas. Yo tuve muchos berrinches con su majestad la reina Isabelita la Católica por hacérselo saber, y la muy testaruda una vez me respondió una carta jalándome las orejas para reprimirme diciéndo: ¿quién le ha dicho a usted, señor Colón que mis vasallos son esclavos tuyos?»

 

 

«Yo que pensé que ese nuevo mundo iba a ser una maravilla con tanta riqueza que tienen; y podía haber sido mucho mejor que el viejo mundo de donde yo salí, pero veo que vosotros mismos lo volvieron un desastre. No es justo que habiéndome jodido tanto, vaya a ser yo quien cargue con las faltas de los demás y sea el «paga peo» para  echarme la culpa de cuantas vainas y calamidades hoy usteden padecen: Las tiranías, la opresión, la corruptela, el racismo, la pobreza y ahora tengan que migrar huyéndole el hambre que juega garrote. El colmo sería que me atribuyan también haberles dejado ese fulano coronavirus que ahora fue que salió a flote y anda haciendo estragos por bojote» 



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
*A propósito de «El huevo de Colón», aquí mostramos un experimento»
 

https://lasvainasdeunriocaribero.blogspot.com/2021/03/puedes-parar-un-huevo-de-gallina-colon.html

 

 


 

 


Una Ilusión Óptica que inspira a volver

 by Douglas Figueroa


       

Cuando a través de un vaso lleno de agua, vemos el mural de Cruz Diez del aeropuerto de Maiquetía, ocurre el fenómeno de la refracción de la luz que redirecciona los rayos luminosos para mostrarnos sus coloridas franjas volteadas.

¡Son vainas de la Física!

 


Para que se cumplan los deseos de volver algún día, le prendemos a nuestro Santo milagroso José Gregorio Hernández, dos velitas de colores diferentes. Cuando las veamos a través del vaso lleno de agua, vuelve a ocurrir el «milagro» y nos parece que las dos velas intercambian sus colores. 

¡De nuevo vainas de la Física!


La Ilusión de volver ...

 

 


 

Cuando ese anhelado regreso se haga realidad, entonces izaremos nuestra hermosa bandera tricolor, rebosantes de alegría.

 

 

 ¡Bienvenidos a casa. Welcome home!