Reminiscencias de un RioCariloco Arrinconado por el Coronavirus

        Escudriñando el baúl de los recuerdos en tiempos del Coronavirus                       Ante el acecho del implacable coronavirus y a...

Feliz Navidad 2021 y Año Nuevo 2022

By Douglas Figueroa


 


El árbol al fondo es el «Drago milenario de Tenerife» bien famoso por ser tan viejo. Se le estima una edad que ya sobrepasa los 1.000 años (Foto del 2010)


 


 «Hallaca y Pan de Jamón»: Nuestra deliciosa tradición
 

 

Curiosidad lingüística y sin pelos en la lengua

By Douglas Figueroa

El «Bachaco culón» es una especie de hormiga de gran tamaño que habita en nuestra selva amazónica. Es de uso comestible entre los indígenas pemones y yanomamis, que preparan una salsa autóctona de la zona a base de los culos de estos bachacos de unos  2.5 cm de tamaño y es puro picante concentrado. Este picante es conocido como «Catara», deja la boca echando candela y es muy famoso por sus propiedades afrodisíacas para levantar los ánimos que resucitan al difunto.

 

 

Según el Diccionario de Real Academia Española de la Lengua (DRAE), el significado de la palabra «culo» es para referirse a esa parte anatómica del cuerpo humano que está íntimamente relacionada con el «ano» de la persona.

«Culo»: Conjunto de las dos nalgas. Zona carnosa que rodea el «Ano».

 

Pero todos saben que aquí en Venezuela, nosotros hablamos sin rodeos ni tapujos y sin pelos en la lengua; y también utilizamos el «culo» de comodín dándole una multitud de sentidos, generalmente jocosos, para expresar ideas picarescas o graciosas en diversos contextos, sin intenciones vulgares o maliciosas. 

 

 Aquí les dejamos unos buenos ejemplos...

 

Hormiga grande de trasero vistoso  (La salsa de bachaco culón es afrodisíaca)

Un lugar muy lejano y apartado  (Tu pueblo queda en el culo del mundo)

La persona que es echona y presuntuosa  (Se la da de culo apretao)

Cuando el Profe se enreda con las ecuaciones  (Se vuelve un culo en la pizarra)

 Quedó atónito y le dió un patatús  (Al ver que salió raspado, se cayó de culo)

Sin dinero porque es un pelabola  (¿Con qué culo se sienta la cucaracha?)

No le hicieron caso ni lo tomaron en cuenta  (Lo mandaron a lavarse ese culo)  

Es asustadizo, tímido y cobarde  (Culipandea y es un rolo e'culillúo)

El que dice puras estupideces (Hablador de huevonadas y culerías)

Trifulca, pelea  (En la fiesta se cayeron a insultos y se armó un cogeculo)

El que siempre anda molesto y amargado  (Carga una cara de culo)

Suda la gota gorda para sobrevivir  (Tiene que partirse el culo trabajando) 

Algo en lo que no está interesado  (Eso le resbala e importa un culo)

Le cuesta estacionarse en retroceso  (No sabe meter el carro de culo) 

Para que la cola siga avanzando (Tienes que ponerte pila y mover ese culo)

Ya ella no lo quiere y le cortó la relación  (La novia le dió una patada en el culo)

Jactancioso, engreído y petulante  (Quiere cagar mas arriba del culo)

Los que son lengua larga e insolentes  (Que se metan su lengua por el culo) 

Evitando involucrarse en un asunto (A ese problema, él le sacó el culo)

Resaca monumental (Llegó con una culo e’pea después de andar de parranda)

Cara jóven y sin arrugas (Tiene su cutis terso y suavecito como culo e'bebecito)

 Arruinado y con deudas encima  (Lo único que le queda es empeñar el culo)  

Fondo de la botella  (El Profe lleva unos tremendos lentes culos de botella)


Unos lentes culo e' botella

 

Reglas de acentuación 

 

Es bien curioso que las palabras que terminan en «culo« y en «ano», siendo tan íntimas y afines, tengan unas marcadas diferencias a la hora de acentuarlas. En las esdrújulas terminadas en «culo» a la vocal hay que meterle su tilde antes de cada culo:

 

Obstáculo         vehículo        espectáculo       ridículo      crepúsculo        músculo       minúsculo        tentáculo      cálculo           montículo        fascículo            círculo             artículo             vínculo           versículo         vernáculo         currículo         cubículo          tubérculo          testículo

 

En cambio hay muchísimos vocablos que terminan en «ano», y según las reglas de la Real Academia no hace falta meterle ninguna tilde a la vocal antes del «ano»:

 

Fulano      decano      aldeano       temprano       pagano

gitano      hermano      artesano      habano        puritano

pantano       liviano        humano     butano        cirujano

    germano      manzano      baquiano      lejano    marrano  

 

Pero mucho ojo y hay que estar bien atentos porque siempre habrá que hacer algunas excepciones para aquellos casos fuera de este montón, como el «Muérgano» y el «Zángano», que sí se merecen que les metan esa «tilde» detrás del «ano».

 

  «Bachacos culones» que entran en pánico y van huyendo en estampida, gritando a todo galillo:

¡Corran muchachos, «a mover ese culo», sálvese quien pueda y escóndanse en las cuevas.


 

 


 

A mí no me jodes tú: Un reto del mono al cazador

By Douglas Figueroa

 

  

Esta es la pura verdad

Cuando los monos en la selva huelen la presencia de cazadores depredadores, suelen ponerse precavidos y silenciosos. Ellos tratan de pasar desapercibidos y los eluden subiéndose bien alto a las copas de los árboles y así protegerse a escondidas detrás de las hojas y las ramas. Pero hay monos que son seres muy valientes y hasta arrogantes y guapetones que no les temen a esos desgraciados y por el contrario, cuando les ven cara de pendejos, se arriesgan a desafíarlos, le hacen «fo» y hasta le sacan un dedo.

 

Un conocido problema cinemático: El Cazador y el Mono

  

          Un mono que se encuentra en la rama de un árbol, se da cuenta de que abajo hay un cazador malévolo con la intención de capturarlo lanzándole dardos sedantes que sopla por una cerbatana.  El cazador sabe que los dardos se desvían siguiendo una trayectoria parabólica, pero sospecha que el mono es muy astuto y está sobre aviso esperando oír el disparo para en ese instante soltarse de la rama. Por eso le apunta directamente al mono, sabiendo que el dardo pasará un poco mas abajo del lugar donde se encuentra su objetivo. ¿Acertará a pegarle al mono?

 


Este cazador furtivo es muy veterano en el oficio y sabe que, el mono en vez de quedarse quieto, al soplar la cerbatana cometerá el error de soltarse de la rama. Por pasársela de vivo, piensa agarrarlo en la bajada. ¿Le dará una puyada trapera?


        El razonamiento del experto cazador es bien acertado y vamos a ver que la  Física le da la razón. Este es un bonito experimento de cinemática que hacemos en el Auditorio ante una numerosa audiencia utilizando un mono de peluche suspendido y agarrado en lo alto mediante un pequeño electroimán que está activado por una fuente de voltaje. 

 

        En el montaje del cañon disparador disponemos de una «mira laser» para afinar bien la puntería. Al soplar el dardo y salir por la boca del tubo, se abre al mismo tiempo, un contacto que desactiva el electroimán, asi el mono se desprende y va a descender en caída libre, pero como veremos esta será su perdición porque el dardo lo va impactar en la bajada.

 

  En el momento del disparo, el mono se desprende del soporte. ¡Al caer será siempre impactado por el dardo y entonces se dará cuenta del error que cometió!

 

        La clave de este curioso fenómeno es que ambos cuerpos, el mono y el dardo, van a caer libremente con la misma aceleración vertical g, la de la gravedad terrestre. Los movimientos simultáneos e independientes de estos dos cuerpos los analizamos utilizando las ecuaciones bien conocidas de la cinemática en dos dimensiones con aceleración constante

 

        Cuando el dardo es lanzado al aire con velociad inicial, en dirección a un cierto ángulo de inclinación su movimiento horizontal ocurre a velocidad constante, y al combinarse con la caída vertical acelerada, resulta que seguirá una trayectoria «parabólica». Por otra parte, el mono al desprenderse del reposo va a caer con la misma aceleración, pero en una dirección «rectilínea» vertical.


Los movimientos simultáneos del dardo y del mono se analizan con las ecuaciones cinemáticas en dos dimensiones, tomando en cuenta que ambos caen bajo la misma aceleración vertical de la gravedad, g.


        Desde el momento del disparo, mientras el mono cae libremente en línea recta, el dardo seguirá una trayectoria parabólica. Al combinar las ecuaciones cinemáticas, resulta que, durante el tiempo en que el dardo recorre a velocidad constante la distancia horizontal « alcanzará una posición vertical «y», que va a coincidir con la misma posición y que tendrá el mono cuando venía cayendo desde arriba. 

  

Disparo tras disparo, nunca nos pelamos un tiro y el infeliz mono siempre queda con su rabo adolorido (Demos de Física 1, USB, año 2000)

 

         Los estudiantes disfrutan un montón y siempre piden que repitamos el experimento de nuevo para seguir gozando un puyero, pues ellos no tienen piedad del pobre e infeliz mono. Es una situación muy injusta para este mono de peluche que nunca suelta su cambur, pero es por culpa de la Física que siempre aquí sale bien jodido, a pesar de haber sido desconfiado y precavido.