El Nitrógeno en su estado natural es un gas muy abundante, ya que constituye el 78% del aire que respiramos (unos 4/5). Se le transforma como gas licuado a una temperatura de «menos 196 grados centígrados», a la presión atmosférica; puede conservar su estado líquido por varias semanas si lo confinamos en un termo criogénico que esté bien aislado térmicamente.
La advertencia de peligro en el termo de Nitrógeno nada tiene que ver con precauciones por toxicidad, ya que es una sustancia inerte. El riesgo primordial a la salud está asociado con la emanación del gas que va generando al calentarse gradualmente. Por ello se recomienda utilizarlo en un espacio bien ventilado, para evitar que el gas emanado vaya desplazando al oxígeno del aire que estamos respirando, y que puede eventualmente llegar a provocarnos una «fatal asfixia».
El Nitrógeno líquido es ampliamente empleado en la refrigeración de alimentos y en procesos de congelamiento para la conservación de materiales biológicos como tejidos, células, sangre, sémen, médula ósea, órganos para transplante etc,... Cualquier cosa que lo toque, se congelará instantáneamente. En Medicina, se aplica en criocirugía, es decir, los tejidos son quemados con Nitrógeno para extirpar cadillos, verrugas y otras afecciones de la piel y para destruir células de tejidos enfermos o cancerígenos.
«La sensación de una quemadura por congelamiento aunque parezca igual a una quemadura por calor, son dos procesos enteramente diferentes. El efecto que se provoca por el frio extremo es una disminución del flujo sanguíneo, las venas se contraen para evitar pérdidas de calor, provocando un entumecimiento de los tejidos».
Desde un tiempo para acá ha tomado auge el uso del Nitrógeno líquido en el ámbito culinario con la muy de moda «Cocina molecular». Con el frío también se puede cocinar, deshidratar y pulverizar la comida porque ejerce las mismas transformación que provoca la candela 🔥.
Esta innovadora aplicación de la ciencia a la preparación de
alimentos combina la Física y la Química, después de investigar los mecanismos y procesos que ocurren en los distintos ingredientes sometidos al frío extremo. Al cocinar la comida con Nitrógeno se logran increibles transformaciones en sus sabores y unas crujientes texturas que difícilmente se
obtienen con la cocción tradicional.
En estos restaurantes exóticos ahora se puede disfrutar de nuevas sensaciones al paladar 😋; además allí acostumbran servir los platos de comida acompañados de una decoración con un despliegue impresionante de nubes de niebla blanca alrededor iluminadas con coloridos leds.
Ellos montan una especie de show para impresionar al comensal y que se lleve toda una bonita experiencia del Nitrógeno que se ha atragantado. Pero después cuando pida que le traigan la cuenta, se va a quedar aun mas frío todavía, porque «le va a dar un dolor de barriga y tendrá ganas de chillar» 😡.
Corran!, Corran!... Una Bomba de Nitrógeno
En la conversión del Nitrógeno líquido cuando se va calentando y pasa al estado gaseoso, su volumen aumenta de manera considerable (unas 700 veces); esto significa que un litro de Nitrógeno líquido al ser evaporado va generar mas de 700 litros de gas a la presión atmosférica.
Por esa razón, el recipiente que lo contiene debe permitir el escape gradual de los vapores que se van generando. Pues «si lo tapamos en forma hermética» es como estar ante una «olla de presión», y hay que prepararse porque lo que viene podrá ser una extruendosa explosión 💥.

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