By Douglas Figueroa
Desde que éramos uno niños nos enseñaron que debemos portarnos bien, ser honestos y responsables, tener sanos principios, valores y sentimientos; así como ayudar al prójimo, sin esperar nada a cambio. Pero a la hora de la verdad, mucha gente vive su vida como les da la gana, sin importarles los problemas que afectan a sus semejantes. Otros que aún siendo unos furibundos pecadores, cuando les llega la hora de despedirse de este mundo, abrigan la esperanza de que, bastaría con arrepentirse para que su alma pueda ir a dar eternamente a «El Paraíso», ese lugar soñado de la campiña celestial donde van aquellos que en la tierra hayan mostrado ser justos y de buen corazón.
Caracas es una ciudad bendecida por un envidiable clima y el disfrute de una hermosa vista hacia el majestuoso Cerro Avila o Waraira Repano. Además, los caraqueños hacen alarde de que ostenta un lugar glamoroso de nombre «El Paraíso»: esta fue la primera espansión urbanística que le hicieron en tiempos de modernidad. El nombre alude metafóricamente a un sitio de ensueño, donde la aristocracia caraqueña de nariz respingada podía llevar una vida bien apacible y tranquila en sus regias mansiones apartada del bullicio callejero; basta con recordar que aquellos años eran tan locos que Juan Vicente Gómez decidió mudar su residencia presidencial al caluroso Maracay.
La urbanización «El Paraíso», engalanada con ese nombre tan pretensioso, está ubicada en la zona Sur y próxima al casco colonial de la ciudad, pero apartada por el pase de su río El Guaire. Ha sido una curiosa coincidencia que, por pura casualidad, quedara justo al otro lado de la urbanización llamada «El Cementerio», porque están separadas apenas por un cerro que hoy está plagada de muchos ranchos amontonados. Afortunadamente, esa loma está atravesada por debajo mediante unos espléndidos túneles para enlazar directamente a esos dos sectores residenciales.
Caracas es la única ciudad del mundo, donde tenemos una conexión directa desde «El Cementerio» hasta «El Paraíso»
Ilusiones GIF para llegar a «El Paraíso»
Esta alegoría alusiva al túnel «Cementerio-Paraíso» se nos ha ocurrido como una curiosidad, por su significado en un sentido figurativo. Para ilustrarla, vamos a utilizar su foto y darle dinamismo mediante una herramienta gráfica audiovisual conocida como «Graphics Interchange Format», GIF. Son unos efectos de animación que se consiguen con solo colocar una imágen estática en una aplicación de la Web. A partir de ella, se genera una secuencia de fotogramas, que se va viendo contínuamente sin parar, una y otra vez, en un bucle repetitivo.
Los GIF se basan en el mismo principio de las películas de cine y TV «motion picture» y son efectos que nos dan la sensación de estar viendo objetos reales moviéndose físicamente delante nuestro. El engaño al cerebro se produce porque al recibir el ojo las imágenes estáticas por un breve tiempo, éstas se superponen en la retina, que las retiene momentáneamente, y luego el cerebro las enlaza para percibirlas como si fuera una sola imagen visual y continua, dándole así a los objetos un aparente movimiento.
Algunos efectos bien interesantes los ofrece la página: «https://es.bloggif.com/effect». A continuación, les mostramos varias ilusiones visuales que se han obtenido a partir de una secuencia de fotogramas sacadas de una única foto del túnel, para dar la percepción dinámica engañosa de tener continuidad y ser interminable.
«ILUSIÓN UNO»
Este efecto de acercamiento a marcha acelerada da la sensación de que el conductor va entrando al túnel esmachetado, pero alegremente desbocado.
Interesante
ResponderEliminarDouglas, tu como siempre tan ingenioso.
ResponderEliminarMe gustó mucho
ResponderEliminarMe gustó mucho. Gracias por compartir
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