Reminiscencias de un RioCariloco Arrinconado por el Coronavirus

        Escudriñando el baúl de los recuerdos en tiempos del Coronavirus                       Ante el acecho del implacable coronavirus y a...

Vivir en Caracas un privilegio: «El Paraíso» a un paso de «El Cementerio»

By Douglas Figueroa 

 

    Desde que éramos uno niños nos enseñaron que debemos portarnos bien, ser honestos y responsables, tener sanos principios, valores y sentimientos; así como ayudar al prójimo, sin esperar nada a cambio. Pero a la hora de la verdad, mucha gente vive su vida como les da la gana, sin importarles los problemas que afectan a sus semejantes. Otros que aún siendo unos furibundos pecadores, cuando les llega la hora de despedirse de este mundo, abrigan la esperanza de que, bastaría con arrepentirse para que su alma pueda ir a dar eternamente a «El Paraíso», ese lugar soñado de la campiña celestial donde van aquellos que en la tierra hayan mostrado ser justos y de buen corazón.

 
 

 
El Paraíso existe: Solo tienes que atravesar este túnel
 
             
         Cuando llegue ese dia final, que a todos nos espera después del largo trajinar en esta vida, se nos va a presentar la gran duda. Pero nadie está seguro de haber reunido con certeza los méritos necesarios para que al tocar las puertas del cielo, al verle la cara a uno lo vayan a dejar entrar. Dicen que allí existen estrictos requisitos de admisión y un complicado papeleo; y es que a la hora de la verdad, ninguno tiene memoria para recordar todo lo que ha hecho incorrecto y lamentable, ni de las tantas vainas malas que, sin querer o queriendo, le haya echado a sus semejantes, porque humano que se ufane de nunca haberse equivocado ni metido la pata en algo, es un cobero o no será de este mundo.
 


            En este tan convulsionado berenjenal, nadie se salva de tener su retahíla de pecados y desaciertos. Ciertamente, existen seres humanos que la viveza y la maldad les viene de nacimiento. Pero también hay otros seres muy nobles y de buen corazón a quienes luego la vida los echa a perder; estos, a causa de recibir tan duras lecciones y de llevar tantos empujones, tropezones y cipotazos, se ven obligados a ir aprendiendo para corregir cada metida de pata.
 
 
 
            Ni siquiera aquellos, que acá aspiran ser algún día beatificados, tienen su cupo asegurado de ir al cielo, porque hay muchos que se las echan y que de ser muy santos, pero bastaría con que los rastreen en el buscador «Goooooogle» para refrescarles la memoria. Allí les averiguan en cuanta vaina se han metido y hay unas «chismopedias», donde les aparece el recuento de virtudes y aciertos 💚. Y también les sacan los trapitos sucios  👿  y todas sus picardías y invergüenzuras 💏
 
 

 
Para que tu alma llegue a «El Paraíso», si mueres en cualquier lugar del mundo, puede ser un viaje muy agotador 
 
 En cambio aquí en Caracas eso es bien facilito porque llegas directo por un túnel desde «El Cementerio» en un santiamén 
 
 

           Caracas es una ciudad bendecida por un envidiable clima y el disfrute de una hermosa vista hacia el majestuoso Cerro Avila o Waraira Repano. Además, los caraqueños hacen alarde de que ostenta un lugar glamoroso de nombre «El Paraíso»: esta fue la primera espansión  urbanística que le hicieron en tiempos de modernidad. El nombre alude metafóricamente a un sitio de ensueño, donde la aristocracia caraqueña de nariz respingada podía llevar una vida bien apacible y tranquila en sus regias mansiones apartada del bullicio callejero; basta con recordar que aquellos años eran tan locos que Juan Vicente Gómez decidió mudar su residencia presidencial al caluroso Maracay.

 

La urbanización «El Paraíso», engalanada con ese nombre tan pretensioso, está ubicada en la zona Sur y próxima al casco colonial de la ciudad, pero apartada por el pase de su río El Guaire. Ha sido una curiosa coincidencia que, por pura casualidad, quedara justo al otro lado de la urbanización llamada «El Cementerio», porque están separadas apenas por un cerro que hoy está plagada de muchos ranchos amontonados. Afortunadamente, esa loma está atravesada por debajo mediante unos espléndidos túneles para enlazar directamente a esos dos sectores residenciales.  


 Caracas es la única ciudad del mundo, donde tenemos una conexión directa desde «El Cementerio» hasta «El Paraíso»

            
             
        Estos espléndidos túneles «gemelos» son los que acercan las dos urbanizaciones en un espabilar de ojos y por eso se prestan para que, en tono de humor y en sentido figurativo, los vecinos los tomen de jodedera para jactarse de que, ellos pueden llegar directo «al mismísimo Paraíso desde el propio Cementerio», sin importar su manera de pensar y ver al mundo, tanto los que sean ciudadanos rectos y de buen vivir, como aquelloss que andan alegremente por las calles haciendo marramucias, echando vainas y siempre jodiendo a los demás.
 

 

Ilusiones GIF para llegar a «El Paraíso»

           Esta alegoría alusiva al túnel «Cementerio-Paraíso» se nos ha ocurrido como una curiosidad, por su significado en un sentido figurativo. Para ilustrarla, vamos a utilizar su foto y darle dinamismo mediante una herramienta gráfica audiovisual conocida como «Graphics Interchange Format», GIF. Son unos efectos de animación que se consiguen con solo colocar una imágen estática en una aplicación de la Web. A partir de ella, se genera una secuencia de fotogramas, que se va viendo contínuamente sin parar, una y otra vez, en un bucle repetitivo.

 

 

           Los GIF se basan en el mismo principio de las películas de cine y TV «motion picture» y son efectos que nos dan la sensación de estar viendo objetos reales moviéndose físicamente delante nuestro. El engaño al cerebro se produce porque al recibir el ojo las imágenes estáticas por un breve tiempo, éstas se superponen en la retina, que las retiene momentáneamente, y luego el cerebro las enlaza para percibirlas como si fuera una sola imagen visual y continua, dándole así a los objetos un aparente movimiento. 

 

          Algunos efectos bien interesantes los ofrece la página: «https://es.bloggif.com/effect». A continuación, les mostramos varias ilusiones visuales que se han obtenido a partir de una secuencia de fotogramas sacadas de una única foto del túnel, para dar la percepción dinámica engañosa de tener continuidad y ser interminable.

 

«ILUSIÓN UNO»

  Este efecto de acercamiento a marcha acelerada da la sensación de que el conductor va entrando al túnel esmachetado, pero alegremente desbocado.

    

 
 
«ILUSIÓN DOS»
 
Efecto en retirada para ir dejando el túnel atrás, así nos figuramos que
el chofer ha pisado la chola quizás por creer que lo vienen persiguiendo.
 
 

 

 
«ILUSIÓN TRES»
 
Esta es una marcha suavecita dentro
del túnel, sin apuros y muy silenciosa.


El trayecto parece una eternidad y nunca vas a terminar de llegar.
   
 

  «ILUSIÓN CUATRO»
 
Efecto giratorio para ilustrar una lamentable escena desde la
visión de un conductor que entró en pánico al pegar un frenazo
 de emergencia, que lo lleva a sufrir un aparatoso volcamiento. 
 

 
Este podría ser el trágico final de alguien que a lo mejor era «un pan de Dios y muy buena gente», pero «muy malo y temerario en el volante» y tuvo la mala suerte de no alcanzar a llegar sano y salvo a «El Paraíso»

         
Moraleja
 

 
 

 


 

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