Reminiscencias de un RioCariloco Arrinconado por el Coronavirus

        Escudriñando el baúl de los recuerdos en tiempos del Coronavirus                       Ante el acecho del implacable coronavirus y a...

Un juego de Bolas Criollas fabulado entre Alacranes y Camaleones

By: Douglas Figueroa

 

Las Bolas Criollas

  

Esta es una de las diversiones preferidas que tiene el venezolano para sus ratos de esparcimiento los fines de semana, tanto en elegantes canchas de los clubes sociales como en caimaneras de humildes canchas improvisadas por todos los rincones del país. Es un deporte bien entretenido y con mas atractivo que muchos otros, porque al mismo tiempo que la gente socializa y se entretiene departiendo con sus amistades, lo acompaña de unos guarapazos con efluvios etílicos bien espirituosos para levantar los ánimos y reponer las energías; mientras va escuchando de fondo una musiquita de arpa llanera que va animando el juego y le da su toque de encanto y alegría.

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El juego guarda parentesco con otros que tienen un origen mediterráneo, aunque la modalidad nuestra es tan criollita como el casabe, la cachapa y la arepa reina pepeada. Se juega entre dos equipos contrincantes con bolas de colores distintos, que las van lanzando desde cierta distancia, buscando acercarla a otra bolita bien chiquitica que sirve de referencia, el codiciado «Mingo». 

  

Básicamente hay dos tipos de lanzamientos: « El arrime » y « El boche », los cuales pueden ir por el aire o de manera rastrera, según al jugador prefiera. Para arrimar, él lanza su bola con suavidad buscando que vaya a acercarse al Mingo, y si logra pegársele como un chicle, sería la jugada mas placentera porque se sentirá bien orgulloso de haber dejado su pelota «a pata e’ mingo»

 



En el «Arrime» se lanza la bola con delicadeza, frialdad y disimulo para que se colee, se le meta a la enemiga casi de culo y se le interponga con el «Mingo».

 

En el « Boche», el jugador le pega un ojo a la pelota del contrario que le está estorbando y para quitarla del medio, lanza la suya con mucha furia buscando darle un sonoro mamonazo. Si acierta con buena puntería, escuchamos enseguida un « Boche clavao nojoda», que es su grito jactancioso de echonería.

 


Un «Boche» se hace a lo mero macho y dejando a un lado el glamour y los buenos modales. Es como un quítate tú pa' poneme yo, porque me sale del forro y yo soy el mas arrecho.



 Las Bolas Criollas en la clase de Física

 

Estas bolas son hechas de un material resinoso de gran dureza que les da una rigidez extraordinaria, y pueden rebotar con mucha elasticidad; por eso nos parece que son ideales para los choques en las demostraciones de física, al abordar el tema de la «Dinámica de las Colisiones», en las ejemplos que utlizamos para poner en evidencia cómo funcionan las leyes de conservación de la Energía y de la Cantidad de movimiento

 

Es bien sabido que en todo material sólido los átomos se encuentran en posiciones de equilibrio, pero siempre vibrando muy alegremente, y cuando las pelotas chocan, incrementan la amplitud de esas vibraciones; esto ocasiona que entre vecinos los átomos se vayan dando en cadena una serie de «empujones». Así es como la información del evento del choque es transmitida por los átomos desde la superficie inicial de contacto y se corre ese chisme, que va propagándose a la velocidad del sonido, por todo el interior de la pelota, mediante las sucesivas colisiones hasta que llega finalmente a la superficie del otro lado. 

  

En una de nuestras clase hacemos un simple experimento para demostrar cómo una pelota aún quedándose quietecita, puede transferir íntegramente una cantidad de movimiento a otra pelota, como si estuviese viva y sin que ella tenga que moverse físicamente. Para ello ponemos a participar tres pelotas, que hemos colocado alineadas en el suelo y luego le ponemos encima un pie a la pelota del medio, para asegurarnos de que no se nos mueva. 

 

 

 

»Un boche rastrero»

 La cantidad de movimiento es transferida directamente desde la pelota que golpea, hasta la tercera, que es la que termina moviéndose. La pelota roja en el medio hace su trabajo de mensajera del choque, sin tener que moverse para nada y todo lo que sucede son eventos a nivel atómico dentro de las pelotas.


Resulta interesante establecer una analogía de lo sucedido en este choque entre las tres pelotas, porque es una situación muy parecida a ciertos «golpes traicioneros» que las personas muchas veces reciben en la vida. Hay golpes que cuando a uno lo agarra de sorpresa cree saber quien se lo dio, pero puede que haya venido de la mano de un «enemigo secreto» que está detrás pero que nunca va a dejar que le vean la cara. Por eso hay que seguir el sabio consejo: «Ponte mosca y anda con mucho guillo porque en la calle hay mucho pillo»

 

 

Las bolas criollas en la política: Boches y arrimes rastreros

 

            Podemos ver ciertas similitudes y analogías entre las ideas y acciones de los jugadores de bolas criollas y los de la gente que incursiona en el juego de la política, porque a fin de cuenta, la meta de éstos es llegarle al «Mingo» que les da poder y montarse allí para que la gente lo vea que él es el que tiene la sartén por el mango. Pero para llegarle al mingo, él debe remontar muchos obstáculos porque tiene que enfrentarse a las vivezas, picardías, marramucias y triquiñuelas, tanto por parte de sus furibundos adversarios vengativos y virulentos, como de las insensateces, hipocresías y traiciones de sus propios compinches que le tienen tirria, celos o envidia.  

 

         En estos tiempos, muchos políticos pasan por momentos difíciles en que las cosas no les han salido tan bien, entonces algunos pueden caer en procesos de desgastes y como no quieren tener que ponerse  a «echar pico, pala o azadón y seguir en la pelazón», es muy natural que busquen estrategias para sobrevivir. Algunos se prestan para que la gente jodedora en la calle les hagan personificaciones por sus parecidos con especies que pululan  en la selva. Es un escenario muy venezolano que nos traslada a aquella sátira graciosa «Rebeldía en la granja», fabulada por el famoso escritor inglés «George Orwell»; y estas serían las dos especies del reino animal que hoy mas nos hacen bulla: «Los Camaleones» y «Los Alacranes»

 

 

«Los Camaleones»

 

        Son famosos por su habilidad de camuflarse en el ambiente, adaptando fácilmente la apariencia de su colorido; tienen unos ojos bien saltones que los mueven independientes y una lengua bien larga y faramallera para endulzar, caer a coba y darle la razón a quien mas les convenga. Son unos falsos guabinosos y no se aferran a esas ideas que ellos creen ser de pendejadas ideológicas románticas y fantasiosas de la equidad y el cuento de la justicia social para que le den el voto; y lo mismo les da tirar para la zurda como para la derecha. Poseen muy buen olfato e intuición para buscar congraciarse con los del sector que están en ese momento en la movida mandando desde el mingo y les averiguan cuales son su rabos de paja, sus gustos y debilidades. Pero mas pendejos ellos que les creen esos embustes porque a fin de cuentas lo que les encanta es que los llenen de elogios y alabanzas y que se les guinden.

 

 

«Los Alacranes»

 

        Son jugadores que ya están muy cansados de tantos intentos y fracasos para llegarle al mingo por las buenas, y no logran dar pie con bola, porque han tenido mala leche; y todas las jugadas les han salido muy mal. No les funcionaron sus guarimbas ni cacerolazos, ni mucho menos los intentos de golpear al mingo para cambiar la geometría del juego, porque unos pendejos les chalequearon la jugada y se les convirtió todo en un arroz con mango. Dicen las malas lenguas que los arrogantes zorros rolo e' vivos que se atornillaron en el mingo, dejaron que estos alacranes ponzoñosos se les arrimaran mediante unos bueno$ acuerdo$, para a cambio bajar la cabeza y silenciar las alharacas y berrinches de sus compañeros agoreros que les vieron cara de pendejos.

 


La gran final: «Alacranes» vs. «Camaleones», para coger palco

 

 «Un diálogo amistoso con ataques virulentos de bilis y venenos»

¿Por qué tú me miras con tanta saña, como si yo fuera de la peor calaña y tuviera malas mañas?. ¿Te extraña araña?, es que a mi nadie me engaña, porque conozco a la gente por sus malas mañas y patrañas, que son unas alimañas y viven sembrando cizañas. ¡Prepárate que te ganaré esta partida piazo e' telaraña!

 

¡Sape gato y Dios nos libre de estos personajes, sálvese quien pueda, porque al que no lo agarra el chingo lo puede joder el sin nariz!


 




 



 


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