by Douglas Figueroa
Jugando en una tablet con Lorenzo (Chicago, USA - 2013)
Con Charlotte, Douglitas y Samantha, de picnic (Wales, UK - 2015)
Con Mercedita, Sofía y Oriana vacacionando (En Pampatar 2014)
Uno + Tres + Tres = Siete nietos (en tres distintos lugares del mundo)
Al día de hoy, este viejo caballito correlón ya ha dado ochenta y pico de vueltas en sus jornadas completas después de haber hecho tantos viajes año tras año alrededor del Sol. Al haber transcurrido ese tiempo, no sabemos si el caballito ahora cansado aguanta un nuevo trote de cargar ese jinete pues ahora es un muchacho grandulón.
Estas son son unas añoranzas y remembranzas de un típico abuelito melancólico salpicado por esa otra pandemia que en estos tiempos modernos ha separado a tantas familas venezolanas: «la migración»
Qué bonito... Un abrazo para Ustedes. Se les recuerda con mucho cariño.
ResponderEliminarCierto hermano, los nietos son bendiciones de Dios, que nos permite disfrutar de esas personitas que llenan nuestras vidas de felicidad con su ternura y sus ocurrencias. Aprovechemos cada momento que tengamos con ellos.
ResponderEliminarGracias por compartir . De nuevo un batacazo
ResponderEliminarQue belleza abuelito! Te extraño y te quiero mucho 🧡
ResponderEliminarQue simpáticos mis trisobrinos. Bendiciones
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