Reminiscencias de un RioCariloco Arrinconado por el Coronavirus

        Escudriñando el baúl de los recuerdos en tiempos del Coronavirus                       Ante el acecho del implacable coronavirus y a...

El corrientazo de un celular ¿te podrá electrocutar?

 By Douglas Figueroa


Cuando introducimos en el buscador Google del internet, «celular, bañera, electrocución», se obtienen mas de 80.000 resultados. Nos deja perplejos ver tantos casos que suceden en todo el mundo, de personas que se electrocutan y tienen en común el uso del celular mientras se estan bañando (ver algunos al final). Al parecer, estas tragedias le vienen sucediendo a gente ingenua y descuidada que dependen de su dispositivo inteligente para todo lo que hagan y nunca lo sueltan de sus manos, ni cuando van a hacer sus necesidades. Muchos cuando entran a la ducha siguen con la jurungadera de su móvil y hasta se toman selfies y oyen música por los auriculares mientras se bañan, sin darse cuenta que de esa gracia les puede salir una tremenda morisqueta.  

  

        Estos accidentes tan lamentables nos llevan a recordar las clásicas películas de la época de Alfred Hitchcock, tipo «thrillers» de muertes por electrocución, una de las favoritas del cine de suspenso de Hollywood. Ahí nos mostraban espeluznantes escenas en un baño, de gente que de repente lanzaba chillidos escalofriantes al mojárseles algún aparato eléctrico, como radios, secadores de pelos, rizadores térmicos o maquinitas de afeitar. Unos percances podían ser accidental pero otros provocados por la mano pelúa de alguna mente asesina que les echaba un aparato prendido en el agua.

 


El celular con el agua hacen una mala junta

 

Es bien conocido que el agua tal como la utilizamos para beber o ducharnos, resulta muy  buena conductora de la corriente eléctrica; pero esto no se debe a ella en sí misma, sino a los minerales que siempre tiene disueltos (impurezas). No importa que esté filtrada para el consumo, y luzca clarita, transparente y pulcra; siempre le queda de manera natural muchas trazas de calcio, magnesio, sodio, cloro; iones que constituyen los portadores de cargas para la corriente eléctrica. La que resulta mejor conductora es el agua de mar, por su alto contenido de iones de sodio y cloro (Na+,  Cl-) que forman el cloruro de sodio, o sal de mesa, que le da ese salaíto a las comidas.

 

   

En las clases de Fisica mostramos a los alumnos una prueba bien fehaciente de la excelente conduccción eléctrica del agua potable. Eso lo hacemos con una sencilla demostración que consiste en conectar un bombillo incandescente a una fuente de voltaje, por intermedio del agua contenida dentro de un frasco; éste hace la función del suiche conductor que activa la corriente al cerrar el circuito eléctrico.

 
 

En esta demostración observamos lo facilito que resulta poner ese bombillo a relumbrar por intermedio de la corriente eléctrica que le llega a través del agua.


 

El cuerpo humano por estar constituido en un 60% de agua, también conduce fácilmente la electricidad, al tener muchas cargas iónicas regadas por todos sus fluidos corporales, músculos y fibras nerviosas. La humedad de la piel reduce la resistencia natural de una persona a las descargas eléctricas, que buscan caminos por el cuerpo para hacer sus recorridos. Algunas suelen dar solo sustos pasajeros pero otros pueden hacer ver estrellitas. Quien se salve de un paro cardíaco, puede que el corrientazo le cause quemaduras importantes y hasta le deje el cuerpo tieso y chamusqueado

 

  

La pregunta que nos hacemos es: ¿Podría un telefonito móvil por si solo resultar peligroso al mojarse? Esto es muy poco probable, pues el celular se alimenta de una pequeña batería de 5 voltios limitada a apenas unos  pocos vatios de potencia (5 voltios x 1 ampere = 5 watts), un poder energético almacenado demasiado chiquitico y sus cargas eléctricas las suelta fácilmente en un santiamén. Así que, si una batería grandotota de un carro (12 voltios x 600 amperes), no reviste ningún peligro de electrocutarnos, mucho menos lo tendríamos con esa ñinguita de 5 voltios de la batería de un celular.

 

Una escena de «Los Simpsons» disfrutando de un relajante momento en la piscina y el repique inoportuno les interrumpe su descanso. Ese telefonito que han lanzado al agua, no representa ningún peligro de pegarle corrientazos a ninguno en la piscina.

 

        La cosa se pone color de hormiga y los riesgos de electrocución podrían estar latentes cuando el celular es usado mientras lo tengan cargando al tomacorrientes. El cargador tiene la tarea de reducir los 120 voltios de la red a los 5 voltios de la pila que alimenta al celular. Pero este peligro es también muy poco probable que se tenga porque los 5 voltios a la salida del cable del cargador resultan muy inofensivos, y de hecho casi imperceptibles, los podemos tocar directamente con las manos mojadas y apenas si nos hace son leves cosquilleos. 

 

Sin embargo, mientras sigan llegando noticias de accidentes fatales provocados por celulares enchufados en procesos de carga, es preocupante que no se den a conocer detalles acerca de las distintas circunstancias que rodean cada caso. Algunas parten de hechos reales que podrían ser exagerados o distorsionados, pero es una realidad innegable, la alta peligrosidad de la red eléctrica de 120 voltios, y proviene del hecho de que esa energía es suministrada contínuamente y el agua le daría la facilidad para entregar esas cargas diabólicas sin cesar hasta llegar a esos tristes desenlaces.  

 

Es por eso que se nos suscitan muchas dudas y surgen interrogantes, de cuales sean las verdaderas causas detrás de los hechos; son muy necesario investigarlos para evitar que sigan sucediendo. ¿Acaso será por culpa de cables pelados o en mal estado, o del uso de cargadores chimbos o inadecuados que al recalentarse colapsan y quedan cortocircuitados, pasando los 120 voltios directos al teléfono? Estas son tan solo unas posibilidades de las muchas que nos podríamos imaginar.

 

Desde la época de Galileo, sabemos que para dilucidar la verdad hay que aplicar un «Método Científico» mediante la experimentación, esta es la única manera de constatar y darle credibilidad a cualquier elucubración teórica. Solo haría falta que aparezca una mente brillante que se atreva a hacer esos arriesgados experimentos sin que le llegue a pegar un soberano corrientazo. A menos que el candidato solo quiera cubrirse de gloria y no le importe que después le hagan el reconocimiento «Post Mortem» por haber dado en el clavo de resolver ese misterio. ¿Tú te ofrecerías de voluntario para hacer ese experimento?, «Yo, ni de vaina».


Como conclusión y por si las moscas

Estos titulares de prensa a cualquiera le paran los pelos de punta y son como para  andar desconfiando de nuestro inseparable aparatico inteligente. Uno siempre tiene que estar pila y con los ojos abiertos, manteniendo al celular bien lejitos del agua.



 

1) Londres, Marzo, 2017:   «Muere electrocutado con su iPhone».
 

2) Rusia, Diciembre/2018: «Muere electrocutada una atleta rusa de 15 años cuando cargaba el móvil en el baño». https://www.mundodeportivo.com/actualidad/20181211/453506117087/atleta-rusa-15-anos-irina-rybnikova-muere-electrocutada-movil-banera.html

 

 3) Madrid, Octubre 2021: «Muere electrocutado en la bañera al caer al agua un móvil conectado a la red eléctrica». https://as.com/diarioas/2021/10/20/actualidad/1634749951_923445.html

 


 

 

2 comentarios:

  1. Felicidades Douglas, como siempre, no me lo pierdo...

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  2. Excelente advertencia Douglas, me encantó. Voy a compartir con los profesores de la Olimpiada de Ciencias. El tema de este año es el agua potable, aquí pueden tomar ideas para su clasificación

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