Reminiscencias de un RioCariloco Arrinconado por el Coronavirus

        Escudriñando el baúl de los recuerdos en tiempos del Coronavirus                       Ante el acecho del implacable coronavirus y a...

¿Qué es el caos? ¿Se podrá poner orden dentro del caos?

By: Douglas Figueroa  

 

La palabra «Caos» está asociada a desorden, descontrol o confusión en algo, o a una situación que parece violar las leyes científicas más elementales, como las físicas, biológicas o sociales. La «Teoría del Caos» encuentra aplicaciones en diversas áreas del conocimiento, ya que es un fenómeno que se puede desencadenar de forma repentina en sistemas complejos con condiciones azarosas, impredecibles y difíciles de controlar. 

 

Se han reportado arremetidas caóticas que son responsables de ciertos desastres naturales, como los terremotos, huracanes y tsunamis; también en la evolución del clima, en el ritmo cardíaco, en la actividad cerebral de la gente, y hasta en la propagación del fulano «Covid» que anda todavía mutante y realengo. El caos puede ser el azote para la economía de un país y este parece ser el triste y lamentable caso nuestro, que nos ha sumido en un escenario caótico, con una inflación galopante y la nefasta sustitución progresiva de nuestro signo monetario con la dolarización

 


Dos tipos de «Caos» que han amargado nuestras vidas últimamente:  «El Covid y la Devaluación del Bolívar»

  

 

El Caos en la vida cotidiana

 

        El tema del caos es el pan de cada día porque tiene las manos metidas en muchos asuntos comunes de la cotidianidad de la gente. La vida sin caos sería  más placentera, todo funcionaría de maravilla si observáramos «Orden y rectitud» en los hábitos de la gente. No habría caos, si todo el mundo guardara orden y respeto en el trato a sus semejantes, si nadie se te coleara y que no hubiesen funcionarios que te cobren unos dólares para que te echen la gasolina sin tener que hacer ninguna cola e irrespetando a los que estaban esperando desde la madrugada.

 

        Es lamentable que vivamos rodeados de caos y anarquía en el día a día; como cuando vemos el berenjenal de carros y motorizados en la calle tocando corneta, que nadie le para bola a la luz roja del semáforo, y los que vienen atrás le gritan para que te la comas y pises la chancleta. También cuando se nos va la luz por varios días y en el interín tenemos que botar la comida que se nos echa a perder en la nevera o  cuando de repente se oyen los rugidos de la tubería, al llegar el agua después de varios días y la gente sale en volandilla a llenar sus pipotes, tobos y poncheras porque volverá quien sabe cuando y se vuelva a armar la sampablera. 


 

El tema del caos en la Física 

 

       Los fenómenos del «Caos» y el «Orden» son temas de mucha importancia que abordamos en diversas áreas de la «Física» y como buenos ejemplos, los péndulos son sistemas que se prestan para verlos en acción. Aquí les mostramos dos experimentos  que ilustran de manera bien didáctica estos dos conceptos y que a los alumnos les encantan.

 

(1) Péndulos caóticos: Tan inquietos que se vuelven locos

  

        Sabemos que cualquier  péndulo normal tiene un funcionamiento predecible que son sus oscilaciones naturales de vaivén. Pero tenemos unos péndulos caóticos que son impredecibles, dan tumbos y se ponen muy realengos. Consisten de dos brazos que basculan entre sí, con uno colgando del extremo del otro. Cuando soltamos en simultáneo dos de estos péndulos morochos desde la misma posición inicial, se observa que pronto van perdiendo sincronización, se ponen saltarines y luego se vuelven como locos.

 

 


Estos dos péndulos se ponen a bailar muy alegres y cada uno por su lado, a veces zapatean como en un « Joropo llanero», otras veces dan «saltos del Tamunangue»

   

        La razón de que estos dos péndulos siendo idénticos sigan esos movimientos caóticos tan disparatados, es que evolucionan de manera muy sensible a pequeñas diferencias en las condiciones iniciales y en las fuerzas de rozamiento que son inevitables. Aunque ellos se rigen por las leyes de la mecánica clásica, cualquier mínima diferencia inicial va a ir desencadenando grandes cambios que les hace degenerar rápidamente un movimiento cada vez más «errático».

 

 

(2) Péndulo de arena: Orden, estilo, elegancia y glamour

  

       Al contrario del comportamiento desordenado de los dos péndulos anteriores, este péndulo doble ejecuta sus oscilaciones con mucho glamour y elegancia. Lo hemos hecho con una enorme esfera llena de arena, suspendida de dos anclajes fijos en el techo mediante una cuerda en «forma de Y». Cuando apartamos la esfera a un lado, y luego la soltamos, se pone a oscilar, paseándose en el espacio de un lado a otro mientras va soltando un fino hilo de arena para dejar unos dibujos en el piso que son unas bellísimas figuras de formas elípticas entrelazadas.

 


Mientras la esfera baila un vals con mucho estilo y glamour, va soltando la fina arena, y como por arte de magia dibuja unas bellas «Figuras de Lissajous».


         La trayectoria que sigue el péndulo de arena, dependerá de la relación entre las longitudes (L2 / L1)  de las secciones de la cuerda en «Y», que sostienen la esfera desde el techo. Basta con cambiar el punto de unión de las cuerdas, para obtener una gran variedad  de  formas geométricas trazadas por la arena, a medida que va cayendo. Estos son unos bellos diseños, bien curiosos, conocidos como las «Figuras de Lissajous»; son producto de la composición de dos movimientos armónicos simples independientes con sus respectivas amplitudes y frecuencias.

 

 
 ¿Es posible poner orden dentro del caos?

 

          Cuando pasamos al tema del «Caos en la economía», sería bien interesante que nuestros expertos y sabiondos se aboquen a analizar con seriedad y desde una perspectiva caótica, la complejidad de los factores tóxicos que la afectan, para dar con los elementos perturbadores que nos llevaron a dejar a un lado nuestro «Bolívar» como signo monetario. 

 

        Una triste realidad es que hoy en la calle nuestros billetes se vean con desprecio y casi nadie los acepte porque los que mandan son esos gordos de a Cien, con la pícara sonrisa de Benjamín Franklin que andan muy realengos y nadie sabe de donde estarían saliendo. Se ve con suspicacia que muchos lucen bien fresquecitos como acabados de sacar del horno, y no parecen haber sido sudados como producto del esfuerzo del trabajo honesto de la gente.

 

         ¿Serán acaso de los ahorritos de las empresas de maletín que desbarataron a palos la piñata de Cadivi? o ¿quizás sean lavanderías para no dejar huellas ni rastros en el escenario de sus vivezas y tracaleríasHa aparecido de repente una pujante élite empresarial que monta unos alegres recitales y conciertos, con boletos de entradas bien cariñosas, y otros con un despliegue de bodegones ofreciendo exquisiteces y productos exóticos, que no están al alcance del salario miserable y pulverizado del pensionado ni de ningún servidor público del estado, porque es el único sector que falta por dolarizar.

 

        En medio de todo lo malo que observamos en este incierto panorama, debe haber gente que traiga ideas frescas y esperanzadoras para empezar a dar pasos acertados que nos lleven a poner «orden en el caos». Lograr restaurar la normalidad de nuestro signo monetario dándole su valor y el respeto que merece la estampa del Libertador. 


        Hemos visto publicada en las redes sociales una iniciativa que tuvo la bella venezolana «Katherine Hasegawa Pérez», para darle un uso a su montón de billetes, que posiblemente tenía acumulados debajo del colchón o regados por todos lados y se le habían quedado fríos y devaluados de tanta reconversión. Es una hermosa idea que revoluciona la moda con originales diseños de vistosos vestidos y tan elegantes coloridos. 

 
 
 
 
 
«Katherine Hasegawa», una bella y talentosa venezolana exhibiendo su original traje colorido de mucho encanto y esplendor, que exalta con orgullo las figuras de nuestros valores patrios. Con tanta elegancia y glamour que muestra en la pasarela, se nos hace la boca agua.



 

 

 


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