¿Podrías parar un huevo de gallina?
Cuando Colón andaba en busca de financiamiento para emprender su segundo viaje, se encontró con una férrea oposición de la realeza porque ellos consideraban que esa otra misión iba a ser imposible. Según dice la leyenda, Don Cristobal acudió a un encuentro con ricachones y miembros de la nobleza, llevándose en el bolsillo un huevo de gallina para explicarles con vehemencia el asunto que lo tenía obsesionado de darle la vuelta a la Tierra.
Pero estando en esa reunión le cayeron a preguntas y le pusieron muchas objeciones; él estaba empecinado en emprender la nueva aventura y un poco decepcionado, ante tal actitud negativa reaccionó con disgusto, «sacando su huevo» para decirles:
« Señores nada es imposible, tampoco ustedes me van a creer que yo puedo
parar este huevo de punta »
Ante el asombro de todos los presentes en esa audiencia, Colón
le dió un suave golpe al huevo sin llegar a romperlo, solo le acható ligeramente la base y de esta manera logró que quedara
apoyado y bien erguido. Los estupefactos incrédulos se
quedaron boquiabiertos, y gracias a esa «graciosa triquiñuela» fue que él pudo convencer a esa cuerda de «pichicatos y pichirres». Por fin decidieron hacer una vaca entre ellos para bajarse de la mula y aflojar los reales que él estaba solicitando. Eso sí, con la condición de que después los Reyes Católicos les descontaran esta donación en la próxima declaración del impuesto sobre la renta.
Esta famosa anécdota que fue protagonizada por el almirante está representada en un parque de la ciudad de Sevilla, donde en su honor levantaron una enorme escultura de bronce de un huevo de gallina parado, y quedando la estatua de Colón en su interior. Esta es una de las atracciones de la histórica ciudad, y ese imponente monumento lleva el nombre de «El huevo de Colón»
En nuestras clases de física, le enseñamos a los alumnos otros trucos bien sencillos para poner huevos de gallina de punta. Sabemos que este es un reto muy difícil de conseguir y por ello usamos unos métodos que son tan igual de tramposos como el que se le ocurrió a Colón. Claro que nosotros esto lo hacemos como un recurso didáctico buscando siempre mostrar aplicaciones prácticas que logren motivar a los alumnos, y se pongan las pilas para que entiendan bien estos interesantes temas como es el del equilibro de los cuerpos rígidos.
Se puede observar que en la mesa hay dos huevos que llaman la atención porque pudimos ponerlos de pie, pero ese efecto en realidad lo hemos conseguido con huevos a los que ya les habíamos extraído la ñema y la clara, puyándolos con una aguja de inyectadora para vaciarles su contenido líquido. Luego a esas cáscaras una vez vacías, les metimos arena muy fina por los dos huequitos en las puntas, que al taparlos casi ni se se les notan. Gracias a este artificio, el centro de gravedad se ubica bien abajo en el fondo de la cáscara; así la arena le dá gran estabilidad y los huevos originales quedaron convertidos en unos «porfiaos».
Pero ahora sí de verdad vamos a mostrarles con el siguiente experimento, lo fácil que es poner de pie un huevo de gallina genuino, y esta vez lo conseguiremos utilizando otra pícara mañosería. Un huevo acostado de lado goza de estabilidad gracias a que el «centro de gravedad» lo tiene bien abajo; pero cuando tratamos de pararlo ese punto lo elevamos, haciendo que el equilibrio se vuelva muy inestable.
¿Qué es lo que hacemos para vencer la inestabilidad y lograr que el huevo se pueda quedar parado permanentemente? ¡Es un truco muy sencillo, simplemente con disimulo lo vamos acomodando para que se apoye de diminutos granitos de sal que ya habíamos dejado regados sobre la mesa, sin que nadie se hubiera dado cuenta!
Este truco de acomodar el huevo apoyándolo sobre granitos imperceptibles de sal, tiene la ventaja sobre el otro método que se le ocurrió a Cristobal Colón, en que aquí no hay necesidad de espaturrarle una punta al huevo. Sin embargo, siempre habrá gente muy exigente e inconforme que nos dirá que este método es también otra gran «huevonada».
1. f. coloq. Col., Guat., Hond., Méx. y Ven. necedad
Este monumento de 45 metros de
alto lleva el nombre de «El huevo de Colón» y es una gran atracción turística que tiene Sevilla, la ciudad donde está la tumba de Cristóbal Colón.
«Un homenaje al almirante por haber sido el primero en poner un huevo
de gallina de pie»
* Los videos mostrados son de Demos de Fisica del 2001 que presentamos en la USB junto con los Profesores Gustavo Gutiérrez (†) y José Ruiz. Otros videos se pueden ver en el enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=uraPI7Ey9a4&list=PLq7EsFejy4FEChe453h1LgzURnk63mhjZ&index=2
Muy bueno nota e interesante relato...
ResponderEliminarBuenísimo
ResponderEliminarInteresante
ResponderEliminarMuy bueno
ResponderEliminarA ver si voy a ver el Huevo de Colon (antes de que lo tumban jejejeje)
Muy Bueno
ResponderEliminarMuy bueno, como siempre mi querido profesor Douglas.
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